Tuesday 29 March 2016

El Eportofolio como herramienta de enseñanza-aprendizaje





Como hemos visto en nuestra entrada anterior, el uso de las TICs han cambiado el rol del profesor y del alumno, y  éste se ha convertido en el centro del proceso de aprendizaje y ha pasado a ser un sujeto activo y autónomo.Una herramienta que facilita este nuevo rol del alumno es el Eportfolio. 

Según el Diccionario de términos clave de ELE, se define como “carpeta o dossier empleado por profesionales de sectores diversos (arquitectos, artistas, diseñadores, etc.) como un modo de presentar a los demás muestras de lo mejor de su trabajo, para ofrecer así una idea más precisa de las habilidades y competencias profesionales de su titular” (Martín Peris, 2008,citado por Colomer, Melchor y Pedregosa 2013, p.35). 


Estas autoras han pilotado la aplicacion del portfolio en varios cursos de español en la Universidad de Roehampton en Londres con resultados muy positivos. Como comenta Klenowski, 2007, p.150, citado por Gallego, Cacheiro y Martín, 2009, p 2):


"Como estrategia docente el Portfolio permite planificar tareas y actividades para   trabajar con lo contenidos a lo largo del curso, ofreciendo oportunidades para realizar una evaluación continua. Este enfoque de hacer la evaluación reduce la dependencia de un solo examen como único factor  determinante de la actuación del alumno proporcionándole la oportunidad de demostrar su  capacidad a lo largo del tiempo y en una variedad de contextos."


En su pilotaje, Colomer, Melchor y Pedregosa (2013), utilizaron el portfolio para que los estudiantes actuaran como guía turístida de español, en el cual debían crear a lo largo del año, a medida que iban afianzando sus conocimientos sobre la cultura española. 


Otro portfolio fue el de “Hispanos en Londres” que presenta el trabajo de investigación realizado por los alumnos sobre un tema de actualidad en el mundo hispanohablante y de carácter social, cultural o político de su elección.  


Otro fue el denominado “Portafolio de lengua y cultura Española”. La idea de este trabajo era animar a los alumnos a sumergirse en un aspecto concreto elegido por ellos de la cultura española, y que lo comparasen con la cultura británica (o de su país de origen). En esta ocasión, el portafolio estaba dividido en tres partes o entregas: el “Punto de partida”, “A mitad de camino (Reflexiones)” y “Punto final”. El “Punto de partida” debía ser una reflexión inicial sobre el aspecto cultural que los estudiantes querían trabajar en su portafolio. Para ello, debían preguntarse por las razones y motivaciones por las cuales habían decidido trabajar sobre ese tema; las cosas ya conocían sobre él; sus expectativas de conocimiento una vez finalizada la investigación; etc.


Por último, los alumnos de un curso de nivel más avanzado han presentado un eportfolio al comienzo del curso donde tienen que escribir un diario de su primera semana en el extranjero; en segundo lugar, a mediados del curso académico, deben realizar una revisión de las asignaturas cursadas en la institución de destino, acompañada de una reflexión sobre cada una de ellas y sobre su proceso de aprendizaje; por último, hacia el final de su estancia deben llevar a cabo una reflexión sobre su experiencia en el extranjero, incluyendo una valoración sobre lo que han aprendido con este proceso.


Este pilotaje nos da ideas, como docentes de lenguas extranjeras, para aplicar esta herramienta en nuestras clases. Las aplicaciones didácticas son numerosas, desde hablar sobre sus experiencias de aprendizaje, como tratar un tema cultural o elaborar su propio diario. Asimismo, los alumnos pueden utilizar su eportfolio como complemento a su CV en el ámbito laboral.
 

Como comentan (Colomer, Melchor y Pedregosa, 2013, p. 42-43) con el eportfolio “fomentamos su iniciativa, su capacidad de análisis, su reflexión, su autoevaluación, su búsqueda de recursos y su creatividad. … para desenvolverse como aprendientes de lenguas, como pensadores críticos y como seres sociales”.

Las Nuevas Tecnologías en la enseñanza de ELE



La llamada  “Revolución Digital" de los últimos años ha conseguido que los cambios producidos por las “Tecnologías de la Información y las Comunicaciones” (TIC), se hayan producido muy rápidamente en todos los ámbitos de la sociedad.  Las TIC y en especial Internet se desarrollan y se incorporan a la vida de los ciudadanos a una velocidad vertiginosa. Los efectos que Internet y sus múltiples aplicaciones tienen en la vida de los ciudadanos, de las empresas, de las instituciones y de los gobiernos se han manifestado en menos de una década. 

Estamos ante la "Sociedad del Conocimiento", que se caracteriza por la posibilidad de acceder a volúmenes ingentes de información y de conectarse con otros colectivos o ciudadanos fuera de los límites del espacio y del tiempo. Asimismo, las TICS y el internet han transformado nuestra sociedad desde nuestros hábitos sociales, la utilización del tiempo de ocio, la manera de relacionarnos, cómo accedemos a la información, cómo nos comunicamos, además de nuestro acceso a la cultura y la educación. 

Las Nuevas Tecnologías, y los recursos de Web 2.0  en particular, han supuesto, en mi opinión, la mayor revolución y avance en la enseñanza y aprendizaje de los últimos años. El alumno pasivo de hace años, espectador de una clase magistral donde simplemente se limitaba a escribir apuntes para memorizarlos de cara al examen final, ahora se ha convertido en el centro del proceso de aprendizaje. El rol del profesor también ha cambiado. El docente es ahora un gestor del conocimiento y debe de ser capaz de conocer la capacidad de sus alumnos, de evaluar los recursos y los materiales existentes o, en su caso, de crear los suyos propios. 

Hoy en día se ha de responsabilizar a los alumnos de su propio aprendizaje y la Web 2.0 es una herramienta que permite, de manera, lúdica y motivadora precisamente esto, pues los alumnos se conviertan en sujetos activos donde pueden expresarse, opinar, colaborar y compartir contenidos.

Sin embargo, Martín Laborda en su artículo Las nuevas tecnologías en la educación (2005) comenta que el  impacto de las TICs en la educación ha sido  menor que en otros ámbitos debido a la inversión requerida en equipamiento y formación así como al cambio de actitud y mentalidad. 

Sin embargo, el cambio no debe consistir únicamente en cambiar el papel y el lápiz por el ordenador y la impresora, sino en la forma en la que se utilizan las nuevas herramientas. Este cambio en  la metodología educativa ha de adaptarse a las necesidades individuales de los alumnos para facilitar su autonomía y su  interaccion colaborativa, de forma creativa y flexible. De esta forma, el aprendizaje no se limita al almacenamiento memorísitico de la información, sino más bien a su restructuración cognitiva.



Asimismo, Las TICs favorecen la formación continua al ofrecer herramientas que permiten la aparición de entornos virtuales de aprendizaje, libres de las restricciones del tiempo y del espacio que exige la enseñanza presencial. Las posibilidades para reciclarse se amplían al poder aprender a través del e-learning, blended-learning y el M-learning. 

Por último, los nuevos contenidos educativos creados con recursos tecnológicos permiten presentar la información de otra forma. Los contenidos se hacen más dinámicos (interactividad) más atractivos (presentación simultánea de texto, sonidos e imágenes) y más variados. Estas nuevas prestaciones pueden facilitar el aprendizaje y permitir mejoras cognitivas al aplicar metodologías más activas y menos expositivas.